Problema: la integración de sistemas y las altas prestaciones hacen que los dispositivos móviles de última generación consuman mucha energía. Y aunque hay mucho por optimizar en el consumo de los procesadores, esta tecnología parece tener su aplicación limitada a zonas sin acceso a electricidad y teléfonos muy básicos (como el de nuestras madres).
Solución: salir de fiesta todos los días a una discoteca y dejar el móvil encima del altavoz, o trabajar diariamente con una retroexcavadora de 20.000 caballos de potencia.
Tiembla IBERDROLA como esto sirva para la nevera y tele de mi casa. No vas a ver un chavo
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