sábado, 26 de enero de 2013

1001 Videojuegos que hay que jugar antes de morir


Portada de 1001 Videojuegos que hay que jugar antes de morir, de Tony MottCuando Tony Mott, editor de la famosa revista Edge, anunció que estaba trabajando en el libro “1001 Videojuegos que hay que jugar antes de morir”, muchos jugadores apuntaron desde en un primer momento que la industria del videojuego aún no ha andado lo suficiente como para poder ofrecer 1001 videojuegos imprescindibles y, es que, hay que tener en cuenta que, aunque nosotros hemos pasado toda la vida acompañados de una consola, los videojuegos llevan comercializándose desde 1970, es decir, unos escasos 40 años si lo comparamos con la industria del cine, música o literatura que llevan recorrido un camino mucho mayor. Por ello, este libro servirá más como un completísimo manual sobre la evolución de la industria y los cientos de juegos que han ido apareciendo para las distintas plataformas.

El libro, al igual que todos los de la franquicia 1001 cosas que hay que hacer, comienza con un prefacio que en está ocasión se ha encargado de escribir Peter Molyneux en el que, además de habar y elogiar la obra que tenemos entre manos, aprovechará para incluir su biografía personal desde sus comienzos en la industria del videojuego hasta la actualidad.

Pese a sus errores, "1001 Videojuegos que hay que jugar antes de morir" es una guía realmente útil y casi indispensable para todos los amantes de esta industria que busquen una forma de tener a mano en todo momento información, imágenes, fechas de lanzamiento y puntos de interés de los juegos que se destacan.
Posteriormente podremos acceder a la información de estos 1001 videojuegos que se han ordenado por décadas y dentro de cada década por orden cronológico de aparición en el mercado. Al realizarlo de esta manera, podremos comprobar cómo, en todas las décadas, hay un par de juegos pioneros en su género que consiguen revolucionar el mercado y del que, posteriormente, se lanzarán todo tipo de copias para intentar competir con el original. Además, podremos ir viendo detalladamente la evolución de los distintos géneros, la aparición de otros completamente nuevos y la evolución técnica de una consola a otra, algo que los fans de los videojuegos agradecerán enormemente.

Si comenzamos a leer sobre la década de 1970, descubriremos que en 1972 se lanzó al mercado la primera consola domestica a la que se bautizo como Magnavox Odyssey, y desde ese momento la década de los 70 estuvo marcada por grandes acontecimientos como el lanzamiento del famosísimo Pong en 1975 o el de Space Invaders en 1979.

Conforme avancemos a lo largo del libro iremos recordando o descubriendo cientos de juegos que, además de incluir una descripción detallada del mismo, siempre van acompañados de pequeñas anécdotas muy interesantes para el jugador habitual que serán uno de los puntos que mantenga al lector pegado al libro hasta terminarlo. Estas curiosidades nos desvelarán cosas como que la primera máquina recreativa de Pac-Man excedió el límite máximo de monedas en un solo día, algo que los desarrolladores pensaron que ocurriría pasado un mes, lo que provocó que las futuras versión de la maquina incluyeran un soporte para monedas mucho mayor.

Tony Mott

Pero, como ya hemos comentado anteriormente, en estos 40 años de vida, la industria del videojuego no ha conseguido crear 1001 videojuegos imprescindibles por lo que, junto a las joyas como Pac-ManDonkey KongSuper Mario BrosGrand Theft AutoDoomEathBound oHalf Life encontraremos otros juegos que no quizás no deberían haber llegado a las páginas del libro como Roller Coaster Ticoon 3 o Trism, un juego de puzles para Iphone. Pero, por supuesto, es imposible crear una lista de juegos que agrade a todos por lo que es normal que cada lector considere que ciertos juegos que no se han incluido deberían estar en el listado y otros que si están dentro no se hayan dejado fuera.

Lo que si parece más extraño es la forma en la que están presentados los juegos y, es que, en lugar de seguir un formato estándar para hablar de cada videojuego, se ha dado un más o menos espacio a cada videojuego. Algo que en un principio es muy razonable ya que no es lo mismo hablar de Los Sims 2 que pueden resumirse en una columna que de Ape Escape. El problema aparece cuando vemos que juegos de una gran importancia para la industria comoSuper Castlevania IV o Half Life cuentan con una columna reducida y sin imágenes mientras que Roller Coaster Tyccon 3 o Army of Two cuentan con una imagen de doble cara y un par de columnas para cada juego, lo que da la sensación de que la distribución del espacio destinado a cada título se ha realizado de forma un tanto aleatoria.

Para concluir, solo queda añadir que, pese a sus errores, "1001 Videojuegos que hay que jugar antes de morir" es una guía realmente útil y casi indispensable para todos los amantes de esta industria que busquen una forma de tener a mano en todo momento información, imágenes, fechas de lanzamiento y puntos de interés de más de 1000 juegos distintos que les permitirán conocer en profundidad la evolución de la industria a lo largo de los años. 

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